Y venga para arriba, sube que te sube,
sube que te sube, esto parece no acabar nunca, pero estamos fuertes, hace un
día magnífico y entre risas y bromas y chistes, ascendemos a lo alto de la
cumbre sin mucho esfuerzo.
La cara de asombro del personal es
para grabarlo, y es lógico, la vista a ras del Salt del Molinet es
sencillamente ESPECTACULAR. Nos estamos preparando para descender esos casi 100
mts de cascada sin agua. Aquí estamos:
Pilar, Pau, Félix, Tomás, Ayuso y yo, Rafael. ¡¡Ya le tenemos ganas!!
Pau baja de primero instalando en
doble hasta la reunión a unos -44 mts. Luego llegará a él Félix con la tercera
cuerda y en simple descender hasta la poza. Mientras ocurre esto, el resto
estamos en la primera poza y de pronto veo caer una piedra muy blanca al vacío.
Grito: ¡¡Piedraaa....!! -No Rafa, es el ahuyentador de mosquitos de Ayuso,
dicen Pilar y Tomás. A lo que creo me están gastando una broma. ¿Broma? ja, ja,
ja... increíblemente cierto. Ayuso, lleva consigo un ahuyentador de mosquitos,
¿aquí en campo abierto?. Con lo fortote y musculoso que está, he, he. Cuando
llega a nosotros, ya que baja de último, le pregunto. Joe, pues es cierto. Le
apodamos Ayuso-el-ahuyentamosquitos, he, he.
Luego bajo yo y me quedo en la repisa.
Pau baja a la poza donde espera Félix, y oímos como grita; -He encontrado el
antinosquitosss...
Van bajando Pilar, Tomás y Ayuso y de aquí
para abajo. ¿Será cierto que han encontrado el antimosquitos con una caída de
casi 100 mts? -¡¡Pero si funciona y todo!!. Ya nos ves a todos rodeando el
artefacto milagroso. Y todos; ¿pero cómo es posible?, ¿seguro que funciona?. -No
puede ser, si se ha esparcido por todos lados. Etc, etc.
Qué
contento está el hombre una vez ha recuperado el ahuyentador de mosquitos. Aún
así, se le cae otra veces más.
Continuamos la odisea descendiendo los
rapels que nos quedan, poquitos, cierto es. El hambre aprieta, por lo que
aceleramos paso. Qué cerca están los vehículo. Es lo bueno que tiene este
salto.