¿Cómo camina una estrella de mar si tiene
cinco patas y carece de cerebro?
Aunque
le parezca increíble hasta el día de hoy no se había publicado una
investigación científica que diera respuesta a esta pregunta, relacionada con
una especie común en todo el planeta.
Henry
Astley, biólogo de la Universidad de Brown, decidió estudiar a estos animales
después de observar que sus brazos se comportaban como serpientes, siendo
capaces de enrollarse o moverse en casi cualquier ángulo. No podía entender
cómo los apéndices llegaban a coordinarse.