Gabriel Algaba, con cara de sufrimiento en el paso de la ventana (0,30 cm) a la vertical del pozo principal
"...Terminé de acondicionar el
acceso al pozo principal. Resultado: varios pozos se arremolinan alrededor de
las paredes para acabar en uno central pudiendo descender de uno a otro con
pequeños descensos. Aquí no tenemos grandes verticales ni volados en total no
creo que haga los 20 ó 25mts de profundidad, formaciones parietales me rodean y
en especial un rincón con una bonita banderola. Para llegar hasta ella hay que
subir haciendo oposición..." Pedro Martín.
Así
describía nuestro amigo Pedro Martín, el hallazgo de otro avenc en el término
municipal de Pollença. Quedamos una mañana para ir a visitarlo y hacer la
topografía. Llegamos a la Urbanitzaciò Bellresguard, donde dejamos el vehículo
y emprendemos la marcha. Pedro nos va enseñando a Gabriel y a mi, otras
pequeñas cavidades de la zona.
Llegados
al sitio nos quedamos pasmados. ¿Cómo es posible que éste hombre se hubiera
atrevido siquiera a meterse por esa ratonera?, ¿Cómo es posible que se le
hubiera ocurrido quitar piedras y piedras y dar con un agujero tan pequeño?.
Gabriel decide meter la cabeza y echar un vistazo.
Bajo un talud natural está el agujero,
superada una rampa minúscula damos a un pocete circular de unos 2 m de profundidad, a media
altura una pequeña sala presenta la continuación para "serpientes".
Aquí Pedro se las vio y deseo para vaciar esto, y él solo en su descubrimiento.
Qué tío. De primero va Pedro, seguido de Gabriel y yo de último. Gracias a la
instalación sí veo por dónde es el paso, si no, no me lo hubiera creído. La
estrechez da paso a una ventana de apenas 0,30 cm , a la pared del
pozo. Una vez superada se aprecia la magnitud del avenc. El descenso de casi
una decena de metros, nos deja en lo alto de una inmensa colada. Desde aquí se
aprecia el fondo y varias continuaciones. Tras un anclaje natural llegamos a la
base, -22,5 m .
Las formaciones coraloides cubren las
paredes, grandes banderolas, estalactitas y alguna excéntrica pululan por
rincones del avenc. Es un avenc pequeño, pero lo hace grande por su dificultad
de acceso, poniendo al límite al espeleólogo. Ahí tenemos una fotografía de
Gabriel, de cómo sufrió al pasar por la ventana.
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