Lucía, Pilar, Gustavo, Joaquín, Ángell, Rafael y Maiki.
Día
primaveral a final de diciembre, divino para realizar una excursión, lugar
elegido la montaña mágica, Puig de Galatzó, 1027 m . Aunque quedamos
temprano, ya vemos bastantes vehículos aparcados en las inmediaciones de la
falda de la montaña. Hoy hemos elegido ascender por la coma d´en Crec. Los
primeros metros de pista se hacen durillos bajo el sol, ya, de pronto, sin
calentamiento, pero enseguida llegamos a la font des Pi y nuestros cuerpos
toman más velocidad. En un plis-plas estamos en el coll des Carniceret, dominado
por una torre de vigilancia contra incendios, a partir de aquí estaremos en
sombra y con aire fresco hasta el Pas de na Sabatera.
Gustavo y Ángel se han quedado por la zona de
escalada, ascenderán por ahí a lo "libre", mientras Joaquín y yo,
vamos ascendiendo a la cumbre, por detrás están Pilar, Lucía y Maiki, su
perrito rateret.
Arribados todos a la cumbre, el sol
baña nuestros cuerpos y el de un centenar de excursionistas. Observamos que hay
un par de ellos haciendo meditación de cara al sol. Firmamos en la libretita,
nos hacemos la foto de rigor y nos ponemos a comer. Propongo volver recorriendo
la cresta del puig, hacia els Puntals, y descender por un sendero en una de las
verticales del cresterío.
El descenso es pronunciado y algo
peligroso por la cantidad de piedras sueltas
y oquedades, aún así, hay gente que la está remontando. El paisaje es
brutal de precioso, viendo toda la costa norte, Andratx y hasta Palma, con sus
montañas y tres hermosos voltors leonados volando sobre la cumbre.
En un par de horas volvemos a estar en
la urbanización del pla d´en Pere, donde los vehículos. Una excursión de apenas
5h sin prisas y disfrutando de la compañía y de la naturaleza.
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