"... pegando
saltos, con el culo en el suelo o en las placas de hielo..."
"...otros
prefieren poner el pie encima de una piedra inestable, mandarla para abajo y
hacerse un esguince..."
Animados y prestos en este amanecer azulado empezamos
el ascenso al Penyal des Migdia, un picacho de 1356 m de altitud, cerca del
Puig Major (1436 m ). Hay varios pasos de
aproximación al Penyal, tanto por la cara norte como por la sur. El ascenso lo
hacemos por la Coma
de n´Arbona, ataque directo y más rápido.
Nos
reunimos; Laura, Félix, Antº José Tarazaga, Pau, Richard, Lola y Yo, Rafael. Como
es sabido, aquí en Mallorca, poco o nada hay para calentar al iniciar las
excursiones, aquí el terreno es abrupto y la inclinación exagerada, por lo
menos en la mayor parte de la
Serra de Tramuntana. Hoy no es una excepción.
Dejamos los vehículos a escasos metros de la
boca del tunel de Monnàber. Retrocedemos unos cientos de metros carretera abajo
y a la altura de la torrentera, a la derecha, tomamos por la pista hasta que se
termina y empezamos el sendero bien fitado. Pasamos por la Font des Coloms, donde nos
refrescamos un poco. Desaparece el bosque para seguir ascendiendo en un
auténtico pedregal. Paramos en las “Casa de Nieve” y hablamos de su
funcionalidad, el extraordinario trabajo y sufrimiento de aquellos antepasados
nuestros. Estamos en la Coma
de n´Arbona. Bajo nuestro y sobre nuestras cabezas vemos pasar las nubes y
niebla amenazante, no, es broma, no hay ni una sola nube, es más parece que
estamos en verano, la temperatura es cálida y se suda.
Decidimos
ascender por el pas des petit marge.
Éste acceso se encuentra poco antes de llegar a la curva de la carretera de la
base militar. Se aprecia en el risco las líneas de fractura inclinadas en
diagonal, desde su base hasta la cresta. Para el ascenso hay que trepar y hacer
algo de escalada, no es apto para los que tengan vértigo.
-Fotos, fotos, fotos, esto es maravilloso. Es
espectacularrr...
-Mira, "els voltors", hay dos...
-No, ahí hay más, son seis...
Después
de la primera “rossaguera”, paso chimenea y luego otra “rossaguera”, para
atravesar bosque a la puñeta y salir a la pista del Camí des Cingle, con un
remonte al Coll des Cards Colers. Lo más duro ya está realizado, ahora descenso
hasta la carretera y quinientos metros de asfalto hasta el coche, pero sólo los
conductores eh, je je, el resto esperamos junto a Richard, que tiene el pie
como una magdalena de hinchado. Momento que aprovechamos para una picada y
"xarradeta" antes de volver a Palma.
Más
tarde recibo la llamada de Pau: -4h esperando a que fuera atendido. Esguince de
2º grado y venda compresiva para dos semanas. - Cachis, casi na, le contesto. A cuidarse
Richard.
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