TORRENT SON GALLARD


Por Antonio José Tarazaga Blanco.

Tras una larga noche de meditación, nos levantamos algo tarde pero animados para bajar uno de los torrentes más bonitos en la zona de Valldemossa, sin mucho tiempo para pertrecharnos nos reunimos los cuatro; María, Laura, Félix y yo, Tarazaga, para partir sin perder tiempo.
Dejamos el coche en el parking de sa Foradada, cogemos mochilas y ascendemos prestos por la carretera hasta el primer salto del torrente, nos ponemos los trastos y al lío.


La primera bajada desde la carretera nos mete directamente en el torrente que se cierra entre la arboleda.
Salto tras salto vamos pasando los rincones mágicos hasta encontrar la zona más espectacular, los últimos descensos son los más bonitos y las vistas de la Foradada y el mar nos hacen darnos cuenta de que nos encontramos en el paraíso, tras unos minutos de silencio y meditación, nos sentimos diferentes, el sol se pone y la luz empieza a disminuir, así pues nos ponemos en marcha, da pena dejar este lugar.
En el último salto bajamos Laura y yo a la par, María después y por ultimo Félix. Recogemos la cuerda con la última luz, un par de galletas para coger fuerzas y con los frontales abriendo camino comenzamos el retorno por la costa, las estrellas dibujan la noche, el furioso mar reclama parte del camino por el que tenemos que pasar, así pues, algunos nos mojamos los pies.
Nos relajamos al alcanzar el camino que nos lleva hasta el coche y eso hace que aflore el cansancio, poco a poco dejamos el ensordecedor rugido de la mar a nuestras espaldas, alcanzamos el parking tras media hora de subida. Cansados y sonrientes salimos de vuelta a Palma.

Siempre es enriquecedor sentir que formas parte de la naturaleza y si esto sucede en tan buena compañía más aún.

Material;  2 cuerdas de 60 mts.
Fotos Félix Gutiérrez